Marta Guerra Pintado
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La eficacia del programa CerclesCat en delincuentes sexuales en Catalunya

El mes de abril se publicó el cuarto informe de “Evaluación del proyecto CerclesCat” (1), elaborado por el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada en colaboración con la Universidad de Barcelona, la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a las Víctimas y la Fundación Salut i Comunitat. Este informe, que se publica anualmente desde el año 2018, analiza la eficiencia y eficacia para la reinserción social y la reducción de la reincidencia de los delincuentes sexuales de alto riesgo que han participado en el programa CerclesCat frente a los que no lo han hecho.

El proyecto CerclesCat busca la integración social y la prevención de la reincidencia de aquellos presos en régimen abierto y libertad condicional. El objetivo es proporcionar soporte y supervisión a delincuentes sexuales de alto riesgo que se encuentran en el tramo final de cumplimiento y que han mostrado voluntad de cambio, pero que no cuentan con una red de apoyo social.

Los Círculos de Soporte y Responsabilidad es un modelo de intervención en medio abierto, basado en la justicia restaurativa, que nació en Canadá y que se introdujo en Europa el año 2002. Gracias a la iniciativa de diversos países europeos, y con el apoyo de los estudios internacionales que mostraban la eficacia y eficiencia del modelo para reducir la reincidencia, se obtuvo financiación para su implementación en otros países. Con esta finalidad, se constituyó la red europea Circles4EU, que coordinó el desarrollo de este modelo y sus estándares de aplicación, así como la investigación y la difusión de sus resultados.

El año 2012, el Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya apostó por este modelo de reintegración de los delincuentes sexuales y encargó un estudio a García Soler que analizó la adaptación y viabilidad del proyecto en el contexto catalán. Del 2013 al 2015 se realizaron tres círculos pilotos, con resultados bastante satisfactorios, que motivaron la continuidad del programa hasta llegar a los 27 círculos el año 2020.

La muestra de análisis de este estudio, que se basa en un total de 121 casos, se centra en expresos o presos de centros penitenciarios catalanes que han cometido delitos contra la libertad e indemnidad sexual, y además presentan un riego moderado o alto de reincidencia violenta i/o sexual. Se ha detectado que la herramienta RisCanvi, predominante en Catalunya, y que evalúa y gestiona el riesgo de violencia futura, no tendría que ser la única medida de riesgo, sino que se tendría que complementar con herramientas destinadas a la gestión del riesgo de reincidencia sexual como Static-99 o Static-2002R para factores estáticos no modificables en el tiempo y SVR-20 para el riesgo futuro, ya que es un medidor de factores dinámicos, como lo es el riesgo.

Así mismo, sería provechoso evaluar específicamente los delitos cibernéticos con herramientas como CPORT dirigida al delito de distribución o consumo de material de explotación sexual infantil.

La muestra se encuentra distribuida en cinco grupos: Grupo Cercles (23 internos), Grupo Col·laborador (17 internos), Grupo Rebuig (18 internos), Grupo Cantera (28 internos) y Grupo Refractari (35 internos). El Grupo Cercles está formado por participantes del programa CerclesCat desde el año 2013 hasta el 2019. El Grupo Col·laborador no está en el programa por motivos externos a la persona como la lejanía del territorio de residencia o porque queda poco tiempo para acabar la condena. Y el Grupo Rebuig no tiene voluntad de participar en el programa. Estos tres grupos muestran un perfil sociodemográfico, penal, penitenciario, de tratamiento y de riesgo muy similar que se detallará después. A continuación, el Grupo Cantera no puede participar en el programa por condiciones de cumplimiento de la condena, por el proceso ambivalente del sujeto o por la falta de consenso en la propuesta. Y el último grupo, el Grupo Refractari, no admite la responsabilidad del delito, no tienen voluntad de cambiar ni de realizar un tratamiento penitenciario por el cual permanecerán en el régimen ordinario si no existe una evolución positiva. El 91,4% de reincidentes de este grupo lo han sido desde primero o segundo grado. Destaca que este último grupo es el que se encuentra en el imaginario de la sociedad y que crea un perfil global incorrecto del resto de grupos, según Nguyen et al. (2018) citado por CEJFE (2020).

Sobre la reincidencia es necesario tener en cuenta que los tiempos de seguimiento no han sido los mismos para todos los grupos, ni tampoco lo son los números de las muestras. No obstante, comparando el Grupo Refractari con la mediana del resto es 10 puntos superior (25,7% vs 15,3%), concretamente el resto de grupos obtiene unas tasas de reincidencia de 11,8%-17,6%-10,0%-17,9% para Cercles, Col·laborador, Rebuig y Cantera respectivamente. Unas tasas similares a las obtenidas en los estudios de Wilson et al. (2019) y Bates et al. (2014) citadas por CEFJE (2020).

La tipología delincuencial de los reincidentes del Grupo Refractari son los que obtienen el porcentaje más elevado de delitos violentos y delitos sexuales, aunque todos los grupos han obtenido en menores porcentajes reincidentes por estos delitos y delitos no violentos. Y respecto al tiempo entre la salida de la cárcel y el momento de la reincidencia, los datos que consideramos más relevantes son del Grupo Cercles que nos muestran como uno de los internos reincidió 3 años después de la salida en libertad y otro al cabo de 4 años. En el Grupo Refractari 6 expresos lo hicieron el primer año después de su salida de la cárcel.

A continuación exponemos los tres perfiles más importantes que aparecen en el estudio del CEFJE (2020): el perfil general de la muestra de delincuentes sexuales con alto riesgo de reincidencia violenta, el perfil de los reincidentes sexuales y el perfil de los participantes en el programa CerclesCat.

El primer perfil no tiene como factor de riesgo poseer antecedentes penitenciarios porque la mayoría de los reincidentes no tenían (86,8%). Las víctimas con orden de protección representan un 57,9%, aunque el Grupo Col·laboradors es el que tiene más reincidencia respecto a tener orden de protección con la víctima. Más de tres cuartos del total ven incrementada gravemente su trayectoria criminal y menos de la mitad de la muestra (44,7%) ha continuado realizando programas de carácter sexual cuando han progresado al tercer grado, que es un aspecto preventivo de recaídas y control.

El segundo perfil que se dibuja con los datos de los que se dispone es un hombre sin hijos con problemas de ocupación, de afrontar el estrés, irresponsabilidad, impulsividad, inestabilidad emocional, limitada respuesta al tratamiento, desajustes en la infancia, autolesiones y un índice de coeficiente de inteligencia bajo. En cambio, tiene factores personales positivos como planes ajustados y viables, no abuso de las drogas, sin problemas en la familia o económicos, y no forma parte de grupos sociales de riesgo. Los reincidentes sexuales inician los delitos antes de los 16 años, no obstante, la mayoría de las personas reincidentes que participaban en el estudio ingresaba por primera vez en la cárcel. Y en el tercer ámbito, el penitenciario, se caracterizan por ser los más numerosos en obtener estancias en módulos de supervisión especial, incoaciones de expedientes disciplinarios, quiebra de permisos e incumplimiento de medidas penales, y conflictos con otros internos de la cárcel.

El tercer perfil de CerclesCat tiene factores de reinserción como buena salud mental, no actitudes antisociales según la herramienta de CSS-M, habilidad de autocontrol, autonomía personal, conductas prosociales, autoestima, gestión emocional y capacidad de hacer frente a los vínculos sociales. Además, la familia es un vínculo estable de apoyo, no tiene dificultades de vivienda y ha mejorado educativa y laboralmente en la cárcel. Contrariamente, supone una dificultad la creación y el mantenimiento de relaciones con desconocidos y la comunidad y buscar actividades para realizar en tiempo de ocio.

Finalmente, hay que destacar que la COVID-19 ha tenido un impacto negativo en el programa CerclesCat, ya que ha tenido que adaptar su dinámica a los encuentros por Internet, en lugar de hacerlo de manera presencial, reuniendo el interno, el voluntariado y los coordinadores en contacto directo.

Como conclusión, el programa CerclesCat se muestra eficaz en la finalidad de reinserción de los internos penitenciarios. Es un buen ejemplo para continuar promoviendo este tipo de programas que no estigmatizan a las personas que participan en ellos y que buscan normalizar su situación evitando ser etiquetados como delincuentes. Además, dejan de lado la opinión pública que tiene la intención de mantenerlos de forma inocua dentro de las cárceles, es decir, de encerrarlos en la prisión sin buscar reinsertarlos de nuevo en la sociedad. Por último, no se puede sobre generalizar a las personas reincidentes con el resto de personas, ya que cada persona está configurada por características individuales y sociales diferentes.

 

Marta Guerra Pintado
Estudiant de Criminologia i Polítiques Públiques de Prevenció a la Universitat Pompeu Fabra

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(1) Capdevila Capdevila, M., Nguyen Vo, T., Framis Ferrer, B., Pueyo, A. A., Bosch García, P., Arrufat Pijoan, A.,... & Soler Iglesias, C. (2021). Avaluació del projecte CerclesCat: 4t informe. Web CEJFE.