Retos ante la exclusión social en Cataluña
La inestabilidad laboral, la pobreza económica, los gastos excesivos de vivienda y los problemas de acceso a los medicamentos son los problemas más frecuentes y afectan a casi un 15% de la población en Cataluña, según el último informe Foessa sobre la exclusión y desarrollo social en Cataluña. Alrededor de 1,3 millones de personas se ven afectadas por algunas de estas carencias, cuyo motivo principal es la ausencia de unos ingresos económicos mínimos para dar respuesta al conjunto de necesidades de las familias. La situación de la persona sustentadora principal del hogar es importante para entender estos datos.
Además, el informe resalta que a pesar de la creación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y el aumento del número de personas beneficiarias de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) que contribuyen a paliar el impacto de la crisis sobre los hogares más pobres existen algunas lagunas que impiden acceder a estas prestaciones a muchas personas en situación de pobreza y exclusión social.
El primer informe del Observatorio de la Pobreza y Exclusión Social de Cáritas Diocesana de Girona, de fecha julio de 2021, declara que “la experiencia de estos primeros años permite afirmar que la RGC se queda corta, así como el IMV, que se aleja del objetivo de garantizar que todos los ciudadanos tuvieran autonomía económica para hacerse cargo de los gastos esenciales para el mantenimiento propio y/o de las personas que integran su unidad familiar o de convivencia”.
El motivo principal de esta última circunstancia es el del desconocimiento, puesto que, por ejemplo, más de la mitad de la población destinataria del IMV declara que no ha recibido información y que tres de cada cuatro hogares no lo han solicitado y que solo un 14,8% de las que lo han hecho lo está percibiendo. Por lo que respecta a la RGC, solo un 25,5% de los hogares en pobreza severa la ha solicitado. El despliegue del IMV ha sido insuficiente y la cobertura de la RGC es muy baja.
Ante esta realidad y debido a que las desigualdades siguen aumentando con lo que, como denuncian desde Oxfam, los ricos son cada vez más ricos, la ciudadanía debemos tomar conciencia y exigir actuaciones orientadas a cambiar el sentido de esta tendencia.
En este sentido, reproduzco dos de las propuestas que el presidente de Cáritas Cataluña, el Sr. Francesc Roig, planteó en la presentación del informe Foessa el pasado mes de febrero. Por un lado, evitar que estas situaciones de vulnerabilidad e intensificación de la exclusión severa se transformen en crónicas y que por eso son necesarias políticas públicas decididas y enfocadas a reducir la exclusión social.
Y por otro, avanzar hacia servicios sociales adaptados a las realidades sociales del siglo XXI. Ante los enormes retos globales que afrontan las políticas sociales como son, entre otros, el envejecimiento de la población, la lucha contra la exclusión social, la protección de menores vulnerables y la integración de la población inmigrante, necesitamos servicios sociales adaptados a las nuevas realidades sociales.
Rafael Allepuz
Miembro de Justícia i Pau de Lleida