Iglesia por el Trabajo Decente
En todo el mundo, el paro, el subempleo, y el trabajo precario tienen un gran impacto negativo en la vida de millones de personas trabajadoras y sus familias, agravando la pobreza y la exclusión social. En casa nuestra, la realidad laboral nos sitúa en un paro crónico de casi un 20%, con un impacto especial en la juventud y las personas mayores de 45 años. A la vez sufrimos niveles de precariedad laboral alarmantes. Esta situación, profundamente injusta e inaceptable, hace que muchas personas vivan una gran inseguridad, provoca el crecimiento de la pobreza y las desigualdades y amenaza la cohesión social.
- Reivindicar y defender el trabajo como derecho fundamental de toda persona, vinculado a la dignidad humana, y un bien necesario para el desarrollo personal y familiar y para lograr una sociedad justa.
- Promover y defender los derechos de las personas trabajadoras: remuneración justa, descanso, seguridad y salud, integridad moral, adecuada protección social para la vejez, la dolencia, el accidente y el paro, reunión, asociación, huelga y negociación colectiva.
- Promover la creación de una cultura social del valor del trabajo digno.
- Organizando debates, conferencias y actos públicos para denunciar el paro y la precariedad y promover el derecho a un trabajo digno, en particular en la jornada internacional del trabajo (1 de mayo) y la jornada internacional por el trabajo decente (7 octubre).
- Mantener relaciones con asociaciones empresariales, sindicados, partidos políticos y organismos públicos para compartir preocupaciones y propuestas en este ámbito.
- Incidir sobre los poderes públicos en favor de normas y políticas laborales protectoras del derecho al trabajo y generadoras de ocupación de calidad.
Web de la campaña: www.treballdecent.cat